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Aruba, es un destino ideal para los viajeros que aprecian la belleza en los pequeños detalles. Aquí, los atardeceres, por ejemplo, son un lujo que no debemos perder la oportunidad de conocer. Cuando cae el sol y el día llega a su fin, Aruba presenta su mejor escenario, con distintos colores y tonalidades que embellecen el paisaje.

Para comenzar, debemos destacar el momento en que el cielo se comienza a tornar naranja a la puesta del sol. Allí, los flamencos se suman a la escena presentando un paisaje divino, donde la naturaleza convive en perfecta armonía, ideal para los amantes de la fotografía.

Completando el escenario, se encuentra el Faro California, el cual, imponente en la costa arubeña, es testigo silencioso de la puesta del sol en la punta noroeste de la isla feliz.

Asimismo, cabe destacar que de acuerdo a las condiciones de la atmósfera, hay algunos días en que el horizonte toma un color algo violeta, por lo que en compañía de la costa, embellece a la ciudad y crea un ambiente único e inspirador para quienes estén sentados en las blancas arenas arubeñas.

En este sentido, amigos, familias y parejas, quedarán cautivados con los atardeceres arubeños, donde también las embarcaciones que andan por allí se suman creando un paisaje natural completamente mágico e inolvidable.

Vía: Vida y Estilo
Imagen: Compartiendo Turismo

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