Cuando se habla de carnavales uno piensa siempre en los de Rio de Janeiro o New Orleans, pero lo cierto es que el ya famoso de Aruba no tiene nada que envidiarlas, con sus más de 65 años de historia, y el frenesí de las actividades que absorben a la comunidad entera. Se trata del momendo ideal para ver las bellezas localñes, de todas las edades, desfilando para delirio de los presentes, además de poder presenciar la elección de la reina del espectáculo.

En muchos casos, incluso, las casas se convierten en talleres de carpintería y costura, intentando que sus mujeres luzcan lo mejor posible para hacerse con la premiación en algunas de las muchas categorías que se encuentran disponibles. Otro de los atractivos locales son las fiestas, que se producen de forma espontánea en los barrios, y que son denominadas en su mayoría “jump-ups”, en las que obviamente suelen participar sobre todo chicos.

Una de las cuestiones salientes de los carnavales de Aruba es el poder de la música que se produce en vivo, mientras que también existen concursos al respecto, que aunan lo mejor de los expositores locales, con sus canciones cargadas con líricas políticas y sociales y todo el desfile en las calles. Incluso, pasos como “el limpiaparabrisas”, “la caída al suelo” y “saltar con la toalla” se siguen produciendo aún después de décadas.

Además, desde 1981 uno de los clubes más populares de la isla, el Tivoli, realiza el más espectacular desfile de fuegos artificiales nocturno, con lucecitas en los trajes que crean un mágico efecto mientras que los marchantes caminan hacia el centro de Oranjestad.

Via: Aruba.com
Imagen: Turística On-Line